CULTURA
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Marrón Glacé, Receta afrodisíaca

Dícese que se dice, que en el pequeño pueblo de La Bambufoc, perteneciente al país de Languedoc, equidistante dentre La Téne La Pelouse, ejercía sus funciones de presbítero, combinadas con las de sochantre ocasional, el bueno del abate Prévert.

Ejercía en su Rectoral, como ama de llaves, Mme. de La Rougére; viuda de un artillero de Napoleón, que había pasado los Alpes, empujando los cañones gloriosos que ganaron la Campaña de Italia. De resultas del esfuerzo, quedó el artillero herniado, y de otros posteriores con la Dame de La Rougere, que hicieron exhalar, muy a su pesar, el último suspiro al bravo soldado.
Las albas y retozonas carnes de la artillera, despertaban oscuras sensaciones al presbítero, que ensayaba intentos amorosos, halagándola con los más finos manjares de la región. El vino de Roussillon y Cahors estaban siempre presentes, para acompañar los Foie-gras Aux Fines Truffes du Perigord, que sus fieles regalaban al abate Prévert, en premio a sus bien entonados cánticos de difuntos y alabanzas gregorianas.

El plato fuerte, que el abate tenía por más afrodisíaco, era el postre de MARRONS GLACES FLAMBES, A LA BANBUFOC, que el abate preparaba personal y amorosamente, con paciencia benedictina, en los meses de invierno. Tomaba las "Marrons des Alpes", provenientes·de los Alpes Marítimos, próximos a Niza, y, una a una, mientras desgranaba sus rezos, las pelaba, imaginándose que así desvestía a la Mme. de La Rougére. Esta imagen se añadía a sus lúbricos sueños, y entonaba, al mismo tiempo, un glorioso "kyrie", que, se le antojaba premonitorio. Pero la artillera, bien sea por temor a las malas lenguas, a la gravidez, o a perder la pensión del mameluco, no accedía a las pretensiones del abate, sólo prestándose a alguna chanza y tocamiento, después de ingerido el gustoso amavio, que era el más placentero, a su gusto y en estos ligeros escarceos y tocamientos, se definió la acción, como "Hacer el amor A LA BÁMBUFOC", o sea más bien intentarlo, tentando con requitandas viandas, pero sin conseguirlo.

Este modo fue más tarde cadenciado en versos del “argot” parisino por poetas malditos y simbólicos, como Mallarme y Verlaine, que les incorporaron el peyorativo significado de “tomar por” implicando una sodomia o pederastia, ausente de la intención del abate, pero si, quizás aplicable a la artillera, que no queriendo gravidar del sochantre ocasional, en determinados álgidos momentos, pudiera acceder a accesos carnales por la retaguardia, cosa que haría remover al viejo soldado en su tumba. Demostrados así, tanto la etimología, como la capacidad afrodisíaca del plato, pasamos a asegurar que solamente la más vieja y rancia tradición gastronómica francesa, puede acceder al consumo de tal exquisitez. Escoffier lo presentó en el Restaurante "La Tour D'Argent", durante la inauguración de la exposición de Paris de 1898, celebrando la ascensión en globo de los hermanos Montogoflier. La preparación tiene toda la sencillez del mundo, dificultad y genialidad de un “naif” de Duffy. Se toman Marróns Glacés, y se flambean, bien al Kirsch, al Cognac, al Armagnac, Calvados, o al más fino licor presente en la maison. También admite un "poire Williams", o un aguardiente de frambuesa, armonizando especialmente bien con un viejo Armagnac, imprescindiblemente mayor de edad.

¡¡Bon apetit et attention au derriere!!

ACADEMIA GASTRONOMICA OURENSANA
Parque de San Lázaro Ourense, Spain
Galiza, Junho 1991.