En
una cazuela se pone el aceite y la mantequilla y cuando estén bien
calientes se añaden las salchichas pinchándolas con el tenedor.
Se
dejan cocer durante un cuarto de hora a fuego moderadísimo y a continuación
se añaden las castañas, previamente cocidas en el horno.
Se
rocían con vino blanco, se perfuman con laurel y una pizca de nuez
moscada, se tapa y se prosigue la cocción durante unos cuarenta
minutos.
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