Colocar
la pularda previamente preparada, sazonada interior y exteriormente,
bridada y albardada con una loncha de tocino, en una brasera en
la que se han puesto a calentar unos 15 grs. de mantequilla.
Introducir
la brasera en el horno, graduado a temperatura suave o colocarla
tapada, aliado del fuego. Vigilar cuidadosamente el proceso de cocción.
Colocar
preferentemente la pularda sobre los muslos o sobre el dorso, y
lo menos posible sobre las pechugas.
Dado
que la evaporación es prácticamente nula, el fondo de la brasera
se irá cubriendo de un jugo algo espeso, grasoso y de color dorado.
Tras haber asado ligeramente las castañas a la parrilla o frito,
escalfarlas en un poco de caldo o fondo de ternera blanco.
Condimentar
con una ramita de apio.
Quince
minutos antes de que finalice la cocción, retirar la loncha de tocino
v el bramante, disponer las castañas escalfadas alrededor del ave.
Dejar
cocer a fuego lento y con la brasera destapada. Rociar a menudo
cono precaución para evitar que las castañas se quiebren.
Las
pechugas de la pularda irán adquiriendo algo de color.
Colocar
la pularda en una fuente alargada y disponer en su alrededor; como
si de un collar de perlas se tratara, las castañas.
Rociar
con el jugo de la pieza tratada.
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